Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN, NBS por sus siglas en inglés) son las que emplean características, procesos y elementos naturales para hacer frente a los desafíos socioambientales. Estos desafíos incluyen asuntos como el cambio climático, la seguridad del suministro de agua, la contaminación del agua, la seguridad alimentaria, la salud humana, la pérdida de biodiversidad y la reducción del riesgo de desastres naturales.
La definición de las NBS de la Comisión Europea establece que están «inspiradas y respaldadas por la naturaleza, son rentables, brindan simultáneamente beneficios ambientales, sociales y económicos y ayudan a desarrollar la resiliencia. Tales soluciones traen más elementos y procesos naturales —y más diversos— a las ciudades, paisajes terrestres y marinos, a través de intervenciones sistémicas, eficientes en recursos y adaptadas localmente».[1] En 2020 la definición de la CE se actualizó para resaltar aún más que «las soluciones basadas en la naturaleza deben favorecer la biodiversidad y respaldar los servicios del ecosistema».[2]
Tras utilizar NBS, los ecosistemas saludables, resilientes y diversos que resultan (ya sean naturales, gestionados o creados) pueden beneficiar tanto a las sociedades humanas como a la biodiversidad.[3] Los proyectos de investigación e innovación sobre NBS financiados por el Programa Marco de la UE deben responder a esta definición.[4]
Por su parte, la Iniciativa de soluciones basadas en la naturaleza las define como «acciones que trabajan con la naturaleza y la mejoran para ayudar a las personas a adaptarse al cambio y los desastres». Esta definición tiene puntos cuestionables, porque "mejorar la naturaleza" corresponde a una visión antropocéntrica. Además unas NBS adecuadas no solo ayudan a las personas a adaptarse a los desastres, sino que incluso pueden prevenirlos.
Por ejemplo, la restauración o protección de los manglares a lo largo de las costas utiliza una solución basada en la naturaleza para lograr varios objetivos. Los manglares moderan el impacto de las olas y el viento en los asentamientos costeros o ciudades[5] y secuestran CO2.[6] También proporcionan zonas de crianza para la vida marina que pueden ser la base para sustentar las pesquerías de las que pueden depender las poblaciones locales. Además, los manglares pueden ayudar a controlar la erosión costera resultante de la subida del nivel del mar. Del mismo modo, los techos o muros verdes son soluciones basadas en la naturaleza que se pueden aplicar en las ciudades para moderar el impacto de las altas temperaturas, captar aguas pluviales, reducir la contaminación y quitar dióxido de carbono de la atmósfera (mitigando así el calentamiento mundial, que está causado por los altos niveles de este gas en la atmósfera), al tiempo que mejoran la biodiversidad.
Los enfoques de conservación y las iniciativas de gestión ambiental se han llevado a cabo durante décadas. Más recientemente, se ha avanzado en la mejor articulación de los beneficios que las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar para el bienestar humano. Aunque el marco del término continúa evolucionando,[7] ya se pueden encontrar ejemplos de soluciones basadas en la naturaleza en todo el mundo.
Estudios recientes han propuesto formas de planear e introducir estas soluciones en áreas urbanas.[8][9][10] A la vez, las NBS se incorporan cada vez más a las principales políticas y programas nacionales e internacionales (por ejemplo, política contra el cambio climático, leyes, inversiones en infraestructura y mecanismos de financiación), y la Comisión Europea les presta cada vez más atención desde 2013, como parte integral de la política de investigación e innovación de la UE.[11] La ONU también ha tratado de difundir que estas soluciones existen y pueden ser preferibles a las convencionales: el tema del Día Mundial del Agua 2018 fue "Naturaleza para el agua", mientras que el Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo de ONU-Agua que lo acompaña se tituló "Soluciones basadas en la naturaleza para el agua". Por su parte, la Cumbre de Acción Climática de la ONU de 2019 destacó las soluciones basadas en la naturaleza como un método eficaz para combatir el cambio climático y se creó una "Coalición de soluciones basadas en la naturaleza", que incluye a decenas de países, liderados por China y Nueva Zelanda.[12]